viernes, 17 de octubre de 2014

SOCRATICOS Y PRESOCRATICOS

PRESOCRATICOS

Tales de Mileto (el rey de la sabiduria)

Tales de Mileto, muerto en el 545 a.C., considerado como uno de los siete sabios de Grecia, político, matemático y astrónomo, asentó la primer tesis que podríamos llamar filosófica.
A la pregunta que este pensador trata de dar una respuesta racional, consiste en descubrir el principio básico del que están constituidas todas la cosas, es decir, ¿Cuál es el arje (principio) de la fysis (naturaleza)?
Tales de Mileto llega a la conclusión que este principio básico esta en el agua, está quizá sea la primera explicación racional sobre el mundo físico, sin hacer referencia al mundo sobrenatural.
¿Pero por qué pensaba Tales de Mileto que el principio básico era el agua? Aristóteles, nos dice que Tales de Mileto pensaba esto debido a que:


  • La tierra descansa sobre el agua.
  • La humedad está en la nutrición de todas las cosas.
  • El calor mismo es generado y conservado por ella.
  • Las semillas de todas las cosas son húmedas, y el agua es la origen de la naturaleza de las cosas húmedas.
Lo esencial es que anunció, por primera vez, la existencia de una realidad natural objetiva, es decir, existente independientemente del hombre, y que abrió de tal modo el camino a toda investigación científica.

Anaximandro


Nace en los años 610 a. C. en la ciudad jonia de Mileto, Asia Menor, y muere aproximadamente en 546 a. C. Discípulo y continuador de Tales. Propone una segunda explicación sobre el principio que constituye todas las cosas. Lo llama el ápeiron, o lo indeterminado. En efecto, para que se pueda hablar de un principio que compone todas las cosas, se requiere que ese principio no sea ninguna de ellas; tiene que ser algo anterior a ellas, lo indeterminado. Esto es por supuesto un avance con respecto a Tales.
Lo ápeiron es eterno, siempre activo y semoviente. Esta sustancia, que Anaximandro concibe como algo material, es "lo divino" que da origen a todo. De Anaximandro se conserva este texto, que es el primero de la filosofía y el primer texto en prosa de la Historia: "El principio (arjé) de todas las cosas es lo indeterminado (ápeiron)".

Anaxímenes


Pretende que el principio de todas las cosas debe ser algo sutil y amorfo, y cree que es el aire, que envuelve a toda la Tierra, el principio del cual se hacen todas las cosas.
Fue discípulo y compañero de Anaximandro, coincidiendo con él en que el principio de todas las cosas es infinito; aunque, a diferencia del ápeiron de su mentor, nos habla de un elemento concreto: el aire. Esta sustancia, afirmaba, se transforma en las demás cosas a través de la rarefacción y la condensación. La rarefacción genera el fuego, mientras que la condensación el viento, las nubes, el agua, la tierra y las piedras; a partir de estas sustancias se crea el resto de las cosas.


Hasta aquí termina la tradición jónica ya que en el año 494 es destruida la ciudad de Mileto, y con esto termina la serie de los primeros pensadores que se dedican a responder a uno de los grandes problemas filosóficos, a saber: ¿Existe unidad en la variedad de todas las cosas? ¿Hay algo a partir de lo cual todo se ha hecho?

Pitágoras


Matemático y astrónomo, da origen al famoso teorema geométrico que lleva su nombre, en filosofía, su tesis más importante es la que la esencia de las cosas está en los números. Cada número simboliza algo; el número cuatro es la justicia; los números pares son femeninos, y los impares masculinos. También esta teoría va influir en platón.
Obsérvese ahora que el principio o esencia de las cosas ya no es un elemento material. Por primera vez se pretende explicar la materia a partir de logo inmaterial, como es el número.

Pitágoras nos dice, en un sentido sensible, que la armonía era musical; y que pero su naturaleza inteligible era de tipo numérico, y si todo esto era armonía, por lo tanto, el número resultaba ser la esencia de todas las cosas.

Fue primero en hablar de "teoría" y de "filósofos", en postular el vacío, en canalizar el fervor religioso en fervor intelectual, en usar la definición y en considerar que el universo es una obra sólo descifrable a través de las matemáticas. Fueron los pitagóricos los primeros en sostener la forma esférica de la tierra y postular que esta, el sol y el resto de los planetas conocidos, no se encontraban en el centro del universo, sino que giraban en torno a una fuerza simbolizada por el número uno.
También afirmaba que las almas eran inmortales y transmigraban, y que conseguían su pureza a través del conocimiento y una serie de prohibiciones. Pitágoras creía firmemente que había habitado en otros cuerpos humanos de épocas anteriores.

Heráclito


De Heráclito no se conoce sus fechas de nacimiento y muerte. Su apogeo tuvo lugar por los años 504 - 501 a.C. Se le llamaba el Oscuro, por el estilo de sus escritos, a base de metáforas, las más de las veces llenas de contradicciones. Se dice que Heráclito era Melancólico y misántropo (la cuál es una tendencia social y psicológica caracterizada por una antipatía general hacia la especie humana).
Es el filósofo del devenir, y de la tensión de los contrarios dentro de la unidad. "Todo cambia" (panta rei"), es la frase que se le atribuye, como símbolo de su tesis, según la cual no hay nada en reposo. Nadie se mete dos veces al mismo río. La esencia de las cosas es el fuego. La guerra es la reina y la madre de todas las cosas.
Sin embargo, explica que el devenir está sujeto a una ley interna, el "Logos", que también se ha interpretado como el Dios de Heráclito.
La importancia de este autor está, sobre todo, en el contraste con Parménides. Mientras que Heráclito insiste en el devenir, Parménides va asentar con firmeza la tesis del ser único, inmutable y eterno.

Parménides


Nace, aproximadamente en el año 515 a.C. en Elea (también al sur de Italia). Conoce a Sócrates e influye notablemente en el pensamiento de éste, y en el de Platón. Escribe su filosofía en verso, y su poema se titula Sobre la Naturaleza.
Critica a Heráclito y se opone radicalmente a su tesis sobre el devenir. El movimiento es calificado como una ilusión de los sentidos.
El hallazgo de Parménides es el ser. El ser es lo que es. Fuera del ser no hay nada. Pero además, el ser tiene que ser uno, pues si hubiera otra cosa no podría estar separado de ella por algo. El ser es eterno, pues no puede porvenir de nada, También es inmóvil, pues no hay otra cosa en la cual se podría mover.
Por otro lado, Parménides identifica el pensar y el ser, con lo cual inicia el movimiento idealista, que ya en Platón tiene un claro representante. Distingue también la vía de la verdad, que es entendimiento, y la vía de la opinión (doxa), que está en los sentidos.

Empédocles


Empédocles lanza la tesis de los cuatro elementos o raíces de las cosas: tierra, agua, aire, y fuego. Por diversas combinaciones de los cuatro elementos se consigue la inmensa variedad de todas las cosas. Además, la evolución de la materia está sujeta a dos fuerzas: el Amor y el Odio. Por atracciones y repulsiones (así entiende el amor y el odio) es como se va originando todo cuando existe.

Anaxágoras


Anaxágoras de Clazomene (nacido hacia el año 500 a.C.) lleva a la filosofía a Atenas. Sostiene que la materia está compuesta por homeomerías o gérmenes (spérmata) y que el orden de las cosas está impuesto por una mente, o Nous.
La importancia de su pensamiento consiste, a pesar de su oscuridad y de las diferentes interpretaciones a que ha dado lugar, distingue, por primera vez, el dualismo de materia y espíritu. El espíritu, mente o Nous, es la inteligencia ordenadora del caos original que estaba sometida la materia. A partir de este momento, la Filosofía se va a lanzar decididamente por el camino de la explicación supramaterial de la materia.

Demócrito


Demócrito de Abdera (460-370) está en el polo opuesto de Anaxágoras, por su materialismo. Las cosas están compuestas de partículas indivisibles, llamada átomos. Las diferencias cualitativas se explican por las diferentes combinaciones cuantitativas de esos átomos. Demócrito no admite un principio espiritual que rija el orden del mundo.


SOCRATICOS



Sócrates:
(470-399)

Es considerado como el padre de la filosofía occidental y el iniciador de la antropología filosófica, puesto que el centro de su preocupación fue el hombre. Sócrates planteaba la importancia de que el hombre llegara a conocerse, utilizando el lema "Conócete a ti mismo". Planteaba que el hombre debe ser guiado y gobernado por la razón que es el elemento divino en él.

Decía que su pretensión no era enseñar sino invitar a la reflexión mediante la mayéutica (arte de la comadrona) que busca el alumbramiento de las ideas, convirtiéndose en la parte constructiva del diálogo. Sócrates planteaba que cuando el hombre es consciente de su propia ignorancia, él hace las veces de partero excitando al interlocutor de que de a luz nuevas ideas para que conciba su concepto.

Se busca motivar el pensamiento a producir el verdadero conocimiento, clarificando los conceptos y sus implicaciones. De que cada uno, desde su interior y con la ayuda del partero, conciba conceptos y juicios verdaderos, después de haber captado la esencia, forma o definición de las cosas. Esto no quiere decir que los diálogos lleven al interlocutor a la verdad definitiva, sino que éstos quedan en punta, o sea, dejan las puertas abiertas para continuar con la búsqueda de la verdad.

Sócrates no escribió nada y, a pesar de haber tenido numerosos seguidores, nunca creó una escuela filosófica. Las llamadas escuelas socráticas fueron iniciativa de sus seguidores. Acerca de su actividad filosófica nos han llegado diversos testimonios, contradictorios entre ellos, como los de Jenofonte, Aristófanes o Platón, que suscitan el llamado problema socrático, es decir la fijación de la auténtica personalidad de Sócrates y del contenido de sus enseñanzas. Si creemos a Jenofonte, a Sócrates le interesaba fundamentalmente la formación de hombres de bien, con lo que su actividad filosófica quedaría reducida a la de un moralista práctico: el interés por las cuestiones lógicas o metafísicas sería algo completamente ajeno a Sócrates. Poco riguroso se considera el retrato que hace Aristófanes de Sócrates en "Las nubes", donde aparece como un sofista jocoso y burlesco, y que no merece mayor consideración. Más problemas plantea la interpretación del Sócrates platónico: ¿Responden las teorías puestas en boca de Sócrates en los diálogos platónicos al personaje histórico, o al pensamiento de Platón? La posición tradicional es que Platón puso en boca de Sócrates sus propias teorías en buena parte de los diálogos llamados de transición y en los de madurez, aceptándose que los diálogos de juventud reproducen el pensamiento socrático. Esta posición se vería apoyada por los comentarios de Aristóteles sobre la relación entre Sócrates y Platón, quien afirma claramente que Sócrates no "separó" las Formas, lo que nos ofrece bastante credibilidad, dado que Aristóteles permaneció veinte años en la Academia.



El rechazo del relativismo de los sofistas llevó a Sócrates a la búsqueda de la definición universal, que pretendía alcanzar mediante un método inductivo; probablemente la búsqueda de dicha definición universal no tenía una intención puramente teórica, sino más bien práctica. Tenemos aquí los elementos fundamentales del pensamiento socrático.

Los sofistas habían afirmado el relativismo gnoseológico y moral. Sócrates criticará ese relativismo, convencido de que los ejemplos concretos encierran un elemento común respecto al cual esos ejemplos tienen un significado. Si decimos de un acto que es "bueno" será porque tenemos alguna noción de "lo que es" bueno; si no tuviéramos esa noción, ni siquiera podríamos decir que es bueno para nosotros pues, ¿cómo lo sabríamos? Lo mismo ocurre en el caso de la virtud, de la justicia o de cualquier otro concepto moral. Para el relativismo estos conceptos no son susceptibles de una definición universal: son el resultado de una convención, lo que hace que lo justo en una ciudad pueda no serlo en otra. Sócrates, por el contrario, está convencido de que lo justo ha de ser lo mismo en todas las ciudades, y que su definición ha de valer universalmente. La búsqueda de la definición universal se presenta, pues, como la solución del problema moral y la superación del relativismo.



¿Cómo proceder a esa búsqueda? Sócrates desarrolla un método práctico basado en el diálogo, en la conversación, la "dialéctica", en el que a través del razonamiento inductivo se podría esperar alcanzar la definición universal de los términos objeto de investigación. Dicho método constaba de dos fases: la ironía y la mayéutica. En la primera fase el objetivo fundamental es, a través del análisis práctico de definiciones concretas, reconocer nuestra ignorancia, nuestro desconocimiento de la definición que estamos buscando. Sólo reconocida nuestra ignorancia estamos en condiciones de buscar la verdad. La segunda fase consistiría propiamente en la búsqueda de esa verdad, de esa definición universal, ese modelo de referencia para todos nuestros juicios morales. La dialéctica socrática irá progresando desde definiciones más incompletas o menos adecuadas a definiciones más completas o más adecuadas, hasta alcanzar la definición universal. Lo cierto es que en los diálogos socráticos de Platón no se llega nunca a alcanzar esa definición universal, por lo que es posible que la dialéctica socrática hubiera podido ser vista por algunos como algo irritante, desconcertante o incluso humillante para aquellos cuya ignorancia quedaba de manifiesto, sin llegar realmente a alcanzar esa presunta definición universal que se buscaba.

Esa verdad que se buscaba ¿Era de carácter teórico, pura especulación o era de carácter práctico? Todo parece indicar que la intencionalidad de Sócrates era práctica: descubrir aquel conocimiento que sirviera para vivir, es decir, determinar los verdaderos valores a realizar. En este sentido es llamada la ética socrática "intelectualista": el conocimiento se busca estrictamente como un medio para la acción. De modo que si conociéramos lo "Bueno", no podríamos dejar de actuar conforme a él; la falta de virtud en nuestras acciones será identificada pues con la ignorancia, y la virtud con el saber.


Sócrates murió en el año 399 a. de C., acusado por los ciudadanos de corromper a la juventud. No dejó ningún escrito, su pensamiento filosófico fue rescatado por Platón quien era su discípulo.



Platón:
(428-347 a.c.)

Nació en el año 427 a. de C.; mezclado en asuntos de gobierno llegó a decepcionarse pronto de la política. Platón decía que sólo la filosofía es capaz de hacernos ver cómo son las cosas y cómo debemos comportarnos, por lo tanto, es importante que los gobernantes filosofen o los filósofos gobiernen.

Planteaba que la misión de la filosofía es buscar lo verdadero para obrar lo justo. Por lo tanto, para hacer política hay que hacer filosofía, porque es necesaria para descubrir lo que hay que hacer y a qué atenerse.

Fundó la escuela la Academia en las cercanías de la ciudad y le dedicó su vida a impartir educación a los nuevos gobernantes, partiendo de que lo principal era la búsqueda de la verdad y de la justicia.

Platón afirmaba que existen dos mundos: el de la apariencia o sensible, el cual es captado por los sentidos; y el mundo inteligible, de las formas o de la realidad, que es captado únicamente por el pensamiento.

El hombre tiene un alma inmortal, la cual permanece encerrada en el cuerpo como una cárcel en una unión accidental. Planteó que el alma existía desde antes en el mundo inteligible, hecho que comprueba con su teoría de la reminiscencia de "conocer es recordar".

En el mito de la caverna, Platón hace ver que el hombre permanece encerrado en una caverna por una de cuyas rendijas penetra la luz del sol, lo cual le permite observar en una pared las sombras de los objetos existentes fuera de la cueva donde está el mundo real, el de las formas.

A su vez esas formas existen y son conocibles por la mente debido a la iluminación del sol, o sea de lo absolutamente verdadero, bueno, bello, y perfecto.


Aristóteles
(384-322 a.c.)


Aristóteles nació en Estagira, en Tracia, el año 384-3 a. C., según Diógenes Laercio, quien nos dice que era hijo de Nicómaco y Efestiada, y que su padre ejercía la medicina en la corte del rey Amintas (II) de Macedonia, "por causa de la medicina y por amistad" , lo que se ha tratado de asociar con el posterior interés naturalista de Aristóteles.

Diógenes Laercio nos describe a Aristóteles como "el discípulo más legítimo de Platón, y de voz balbuciente,... que tenía las piernas delgadas y los ojos pequeños, que usaba vestidos preciosos y anillos, y que se cortaba la barba y el pelo". (Vidas de filósofos ilustres, libro V, 1)




Poco sabemos de la educación recibida por Aristóteles en su juventud, aunque debió ser la propia de los jóvenes griegos de su época. A los diecisiete años, el 368 a. C., se trasladó a Atenas donde se incorporó a la Academia de Platón en la que permanecería durante veinte años. A pesar de algunas anécdotas que se hacen eco de un supuesto enfrentamiento entre Platón y Aristóteles, antes de la muerte de aquél, es poco probable que tal enfrentamiento haya podido producirse, dado que todas las referencias que tenemos de Aristóteles hacia Platón hacen gala de un gran respeto y admiración hacia el maestro, pese a las discrepancias teóricas que luego llevaron a su separación doctrinal. El hecho de que la crítica contemporánea haya puesto de manifiesto el carácter histórico, evolutivo, de la obra aristotélica hace aún más insostenible dicha hipótesis. Sabemos que Aristóteles atravesó por una fase profundamente platónica antes de desarrollar sus propias concepciones filosóficas, asumiendo como propia, por ejemplo, la teoría de las Ideas de Platón, antes de haber procedido a su crítica, como claramente se pone de manifiesto en el diálogo aristotélico "Eudemo", una de sus obras de juventud.

A la muerte de Platón, en el 348, Espeusipo, sobrino de Platón, se hizo cargo de la dirección de la Academia, bien por designación directa de éste o bien por decisión de sus condiscípulos, imprimiendo una orientación de carácter más especulativo y místico-religioso a las actividades de la Academia, lo que no fue del agrado de Aristóteles quien la abandonó, (ya fuera por esta razón, ya por sentirse frustrado al no haber sido designado él mismo como director, como sostienen otros.)

Aristóteles se dirigió entonces, en compañía de Jenócrates, a Assos, donde reinaba el tirano Hermias, (con quien, al parecer, entabló profunda amistad), fundando allí una sección de la Academia que él mismo dirigió durante tres años. Fue allí probablemente donde comenzó a desarrollar sus propias opiniones contrarias a la teoría de las Ideas. De esta época es, en efecto, su obra "Sobre la filosofía", en la que aparecen los primeros elementos críticos de la teoría de las Ideas. También allí contrajo matrimonio con Pythia, hija adoptiva o sobrina de Hermias, con la que llevó una vida feliz hasta la muerte de ésta. (Desconocemos cuando tuvo lugar este acontecimiento, pero sabemos que Aristóteles tras la muerte de Pythia vivió con Herpilis, con la que tuvo un hijo llamado Nicómaco.)

Tres años después, en el 345-4, se trasladó a Mitilene, en la isla de Lesbos, entrando allí probablemente en relación con Teofrasto, que sería posteriormente el más destacado discípulo y continuador de la obra de Aristóteles. Allí continuó con su actividad filosófica hasta que en el año 343-2 fue llamado por Filipo de Macedonia para hacerse cargo de la educación de su hijo Alejandro, el futuro Alejandro Magno, que tenía entonces trece años. Probablemente dicho encargo se debiera más a la amistad y parentesco con Hermias, aliado de Filipo, y asesinado hacía poco mediante una trampa tendida por los persas, que al pasado de su familia en la corte de Macedonia. Allí permaneció siete u ocho años, hasta el 336-5, cuando Alejandro subió al trono, regresando entonces Aristóteles a Atenas.

Una vez en Atenas, en el 335, fundará su propia escuela, el Liceo, una comunidad filosófica al estilo de la platónica , llamada así por estar situada dentro de un recinto dedicado a Apolo Likeios. Además del propio edificio contaba con un jardín y un paseo (perípatos) del que los aristotélicos recibirán el nombre de peripatéticos, ya sea porque Aristóteles impartiera sus enseñanzas paseando, como recoge Diógenes Laercio ("... tomó en el Liceo un sitio para pasear, y paseando allí hasta la hora de ungirse los atletas, filosofaba con sus discípulos, y de este paseo fue llamado peripatético"), o porque, simplemente, se impartieran dichas enseñanzas en el paseo. (Excavaciones realizadas a mediados de los 90 en Atenas, cerca de la la Plaza Sintagma, dejaron al descubierto los cimientos de varios edificios, como se puede observar en la imagen, que los arqueólogos consideran pueden ser los restos del Liceo de Aristóteles). Según la tradición el orden de las actividades en el Liceo estaba fuertemente establecido, dedicándose las mañanas a las cuestiones más difíciles de carácter filosófico, reservadas para los discípulos, y las tardes a las lecciones de retórica y de dialéctica, entre las que se podía encontrar un público más amplio.

A lo largo de este período Alejandro Magno realiza sus campañas militares que tienen como una de sus consecuencias la unificación de la Hélade, con la consiguiente pérdida de autonomía política de las ciudades estado, entre las que se contaba Atenas. El hecho de que Aristóteles hubiera sido su preceptor, así como su amistad y parentesco con Hermias, le irá convirtiendo en un personaje no grato para muchos atenienses. A la muerte de Alejandro, en el año 323, sintiéndose amenazado por los crecientes sentimientos antimacedónicos, Aristóteles abandonará Atenas y se retirará a Calcis, ("para que los atenienses no vuelvan a pecar contra la filosofía", dicen que dijo, en clara referencia a la condena de Sócrates), a una propiedad de su difunta madre, en la isla de Eubea, de donde era originaria. Allí morirá Aristóteles , el 322 a. C., de una enfermedad del estómago.

PERIODO CLASICO

La filosofía surgió con las primeras reflexiones centradas en la naturaleza, teniendo como base el lógos(pensamiento racional). Su objetivo en aquellos primeros compases era encontrar el arkhé (esencia primordial del universo): la sustancia frente al cambio, lo universal frente a lo particular. El paso del mito al logos incluye la des-personificación de las fuerzas naturales, y una apertura mental promovida por el cambio social y político: la creación de mercados y la acuñación de moneda, la pérdida de poder de la clase nobiliaria y el nacimiento de la polis.


El período llamado 'presocrático' se extiende desde Tales de Mileto (siglo VII aC), calificado por Aristóteles como el primer filosofo, hasta las últimas obras que no tienen el influjo de Sócrates sobre ellas (IV aC). Es importante entender que algunas obras contemporáneas o posteriores cronológicamente a Sócrates, no contienen el pensamiento antropológico que podemos encontrar en el período siguiente.


Podemos tener la impresión de que el pensamiento filosófico nació al enfrentar los mitos arcaicos con la observación detallada de la naturaleza: la fe religiosa se sustituye así por una fe científica. Algunos estudiosos, más que un enfrentamiento que elimina a los dioses, ven una evolución desde los autores de cosmogonías a los primeros filósofos, pasando el material conceptual a un esquema no religioso: no hay diferencia para ellos entre concebir el origen de todo el universo a partir de Caos, que da origen a una serie de parejas divinas (Hesíodo), o a partir de una sustancia indeterminada que origina una serie de naturalezas contrarias, como cálido~frío (así sucede en Anaximandro). Sin embargo, salvo la Teogonía hesiódica, el resto de cosmogonías se muestran en deuda con los filósofos, y no al contrario. Así, por ejemplo, puede comprobarse que ninguna de las obras órficas es anterior al siglo VI aC.En general, las obras de estos pensadores nos llegan de forma muy fragmentada, en citas de autores posteriores. Los presocráticos distan mucho de ser un grupo cohesionado, y se han ensayado diversas formas de agruparlos, como manera de entender la evolución del pensamiento a lo largo de esta época. Generalmente, bastaba con saber que un filósofo era conciudadano de otro algo mayor para suponer que había sido su pupilo. Se fueron creando así afiliaciones dispuestas en escuelas: los milesios (Tales, Anaximandro, Anaxímenes), los eleáticos (Jenófanes, Parménides, Zenón, Meliso), los atomistas (Demócrito, Leucipo) o los pitagóricos (esta última con grandes probabilidades de haber existido realmente). Los estudiosos modernos tienden a rechazar tales divisiones, pero en sus obras siguen encontrando práctico exponer un cierto orden entre los filósofos arcaicos, y para ello se ven en la necesidad de usar el lugar de nacimiento, la cronología y las ideas o conceptos que defienden unos y otros.

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